DE QUÉ SE TRATA TODO ESTO, ¿AH?

Bienvenidos a Cadena Roselina, un proyecto viejo y largamente pospuesto de quien escribe, Gustavo A. Ortega Cannavó, básicamente dedicado a comentarios de música, artes visuales, historia, películas, arquitectura, y otras cosas por el estilo. Muy original, ¿no?

Siempre me interesó la idea de un fanzine (en los 90) y después de un webzine o blog, para comentar sobre cosas interesantes en música y artes; pero siempre me pareció un poco frustrante que tenga que ser la misma gente la que hace la música, organiza los recitales, tiene un sello, y encima comente música, me parece desesperanzadoramente redundante. Lo que le hace falta a la producción artística independiente y/o amateur en nuestro ámbito es, creo, justamente el feedback de los no artistas, de los consumidores de arte y música (si es que tal cosa realmente existe, al menos acá en Córdoba). Pero ante la casi total falta de esto, parece que no queda otra que hacerlo uno mismo nomás, el famoso "do it yourself" llevado a las últimas consecuencias, y ver si tiene alguna repercusión de alguna clase. O algo.

Aunque voy a tratar de ser lo menos autorreferencial posible, por suerte una gran parte de lo que me parece valioso e interesante en la producción actual es realizado por amigos, conocidos o colaboradores. En el caso de la música, con un poco de suerte voy a poder editar a varios de ellos con mi sello, y una vez que sean famosos llenarme de plata a sus expensas. También habrá obviamente comentarios sobre gente con la cual no tengo la más mínima conexión (lamentablemente), y seguramente también acerca de artistas o producciones de antaño, especialmente gente que me parece injustamente olvidada o poco difundida por acá.

Como en muchos otros blogs o fanzines, todo va a estar escrito en un tono asquerosamente personal; en parte porque la crítica con pretensión de objetiva me parece nefasta y dañina, y en parte porque al fin y al cabo no me queda otra posibilidad. Los comentarios serán siempre, por supuesto, más que bienvenidos. Pero cualquiera que se ponga a escribir pelotudeces sepa que esas pelotudeces van a ser borradas, sobre todo si se trata del viejo chismorroteo y conventillerismo cordobés que parece colarse por todos lados.

Eso es todo. Bienvenidos y que lo disfruten.