Algunas recomendaciones góticas: Nightmare Fortress, Bestial Mouths


Todo el mundo sabe que el gótico, o dark, o como le quieran llamar, es en general una mierda. Un género pretencioso, mediocre, aburrido, etcétera etcétera, bla bla bla. Es un género tan ninguneado por la crítica musical "seria" que de hecho en eso se basa buena parte de su fuerza: condenado eternamente a los márgenes, cuando uno se sumerge en él obtiene placeres que con seguridad no va a encontrar en ningún otro lado. Y cuando sucede que algunos artistas logran transformar todas las debilidades del género en virtudes, el resultado es tan genial, que su eterno caracter de incorrección estética lo hace aun más genial todavía. Alguna vez  me gustaría escribir más detenidamente sobre el asunto, pero dicho en pocas palabras, no creo que las similitudes entre el gótico y la siempre ninguneada literatura de horror sobrenatural sean casuales. 



Quienes fuimos más o menos darkis durante esa edad muy apropiada para ser darki como es la adolescencia, seguimos sintiendo la irrefrenable y oscura atracción magnética del "género que no osa nombrarse a sí mismo" sin importar cuán avergonzados podemos haber llegado a estar de nuestros discos de Rosetta Stone, y nos dedicamos a ofrecer mayor, menor o ninguna resistencia a esa atracción dependiendo de la época. En mi caso, desde el comienzo del nuevo siglo pasé por las etapas: minimal techno, post industrial, folk apocalíptico, y finalmente la nebulosa y borrosa escena "deathrock" que intentó revitalizar el viejo rock gótico en su variante más punk y que explotó en la primera mitad de la década pasada entre Alemania y EEUU, con puntos de apoyo en Italia y Brasil, entre otros.





Esta fue la última vez que pude entusiasmarme con una sub-escena gótica, y no porque no haya intentado. Como en todas las escenas había algunas bandas increíblemente atrapantes (Cinema Strange, The Vanishing, Black Ice) junto con algunas olvidables o realmente feas (Bloody Dead and Sexy, Bats in the Belfry, Fear Cult), pero todo el asunto representaba un aire fresco, además de reivindicar al gótico como algo básicamente divertido y lleno de humor, todo lo cual era ampliamente bienvenido. Sin embargo la fiesta terminó pronto, y hacia el 2006 la escena se había disuelto, junto con mi interés en lo que quedaba de ella. Nunca más logré encontrar algo nuevo relacionado con el gótico que me apasione, o al menos interese. Hasta ahora. Y todo gracias a un tipo llamado Daniel Jones


(Nota al margen: Daniel Jones, alias Daniel Dodecahedron, es periodista, DJ, organizador de fiestas y ex-deathrocker, autor del blog Gucci Goth -ahora llamado BlackBlackGold- y también columnista de la excelente página Electronic Beats, donde firma la sección Audioccult. En esta sección básicamente se dedica a recomendar música e intentar expandir su particular visión acerca del legado post-gótico y montón de otras cosas extremadamente copadas. Hablando como un verdadero conocedor del tema que ya pasó a otra cosa, Jones no tiene ningún problema en mezclar su amor por el gótico con su amor por el hip hop -suele hablar de "ghetto goth"- así como por el r&b extraño, la electrónica retorcida, eso que llaman witch house, etcétera etcétera. El slogan de Gucci Goth era "El gótico falso es el verdadero gótico" y creo que eso condensa su idea, con la cual estoy 100% de acuerdo, de que la mejor música oscura actualmente se está haciendo afuera de la escena propiamente dicha, incluso la música que no podríamos clasificar de ninguna otra manera que no sea "goth" o "dark" o lo que sea. Las recomendaciones a continuación han salido, directa o indirectamente, de lo que viene haciendo este tipo).
 








Nightmare Fortress
 
Hasta donde sé, esta banda de Seattle tiene solamente un disco oficial editado, el EP "Until the air runs out", una maravilla editada por el muy recomendable sello Sweating Tapes. Son solamente cinco temas que uno termina repitiendo varias veces por lo terriblemente adictivos que son. La banda está formada por tres muchachos (máquinas, algo de percusión y una guitarra) y una cantante, Alicia Amiri, dueña de una de esas voces graves que tan bien le hacen al género.




















De estos cinco temas, hay uno que es realmente goth rock, "Anxiety", con un ritmo acelerado, una guitarra chirriante, y Alicia mostrando su mejor "voz de bruja"; y otro que está construido arriba de un beat distorsionado muy poderoso y muy enfermito ("The Castle"), aunque aquí también es la voz la que lleva adelante la canción. Después tenemos otros dos, "Killing Time" y el increíble "Visionquest" con una estructura más -digamos- pop, unas melodías vocales que suben y bajan donde Alicia canta entre dulce, amenazante y helada, y una sensibilidad muy cercana a Austra, banda con la que Nightmare Fortress estuvo hace poco de gira por la costa oeste de Canadá y EEUU.


(Nota al margen nº 2: Austra es la acutal banda de la cantante, pianista, compositora y militante lesbiana Katie Stelmanis. Su primer disco, el muy recomendable "Feel it break", fue una de las muchas alegrías musicales del 2011, y por alguna estúpida razón me quedé sin hacerle una reseña aquí en Cadena Roselina).





La joyita del disco es el corte de difusión "Hang you on the wall", un tema extremadamente simple e inclasificable, donde las olas y olas de sintes y sampleos apabullantes esconden la voz super grave de Alicia (la cual no necesita estar adelante en la mezcla para ser la reina absoulta de las canciones) que sale a la superficie sólo en dos estribillos cortitos que le ponen la piel de gallina a cualquiera. El tema tiene un videoclip muy bien hecho, pero que para mi gusto es demasiado narrativo y lo distrae a uno de la música propiamente dicha. 



El disco se consigue tanto en versión digital como en un hermoso vinilo rojo de 12 pulgadas que no dudaría por un instante en comprar si tal cosa fuera posible. Esta banda recién empieza y estoy seguro de que nos va a traer muchas más satisfacciones. 

 










Bestial Mouths
Esta otra banda se encuentra en uno de los extremos opuestos de las posibilidades expresivas y estilísticas del gótico respecto de Nightmare Fortress. Donde estos últimos construyen las canciones con la precisión quirúrgica de una canción pop electrónica, Bestial Mouths representa todo lo que el goth rock más salvaje y extremo nunca debió haber dejado de ser.





Con batería acústica, sintes y una cantante, Lynette Cerezo (genial nombre), que a su modo es tan perfecta como Alicia Amiri, Bestial Mouths tiene sólo tres años pero varias ediciones en la siempre fascinante escena underground de Los Angeles. Las referencias a tener en cuanta en este caso son tanto el synthpunk californiano de bandas de principios de los 80 como Nervous Gender (a quienes ya nombré en mi reseña del "Why bother?" de ADULT.), abusadores post-industriales como Test Dept o los amados Swans, y sobre todo la escesiva y olvidada banda inglesa In Excelsis, con todos sus ritmos tribales de tom-tom. 

 
(Nota al margen nº 3: In Excelsis era el grupo que armó el guitarrista Spon después de la separación de UK Decay -de quienes ya hablé aquí- junto con los miembros de Ritual. Mientras los otros tres Decay creaban Furyo, más teatral y grandilocuente, In Excelsis se aferró al costado más extremo y deforme de los últimos UK Decay para sacar solamente tres EPs y un disco antes de desaparecer y pasar automáticamente al panteón de las bandas de culto más oscuras del primer gótico).


En su último disco "Hissing Veil", Bestial Mouths despliegan todas sus baterías caóticas y sintes y programaciones enfermos para que, arriba de todo eso, Cerezo cante poseída, como una mezcla entre una Diamanda Galas menos pesuntuosa y una Bettina Köster menos estreñida; cuando no está usando esa voz grave y semi-hablada, Cerezo emite unos chillidos de ultratumba absolutamente demoníacos, ayudados por un delay que hace de la experiencia algo aun más terrorífico (como en "Small prey" o "Weaving mirror").


Esto no es deathrock ni ningún otro género, esto es 100% horror sobrenatural, exgerado y grotesco, brutal y a la vez con una tremenda economía de recursos en la creación del clima de pesadilla que evoca en cada canción. Insisto, es lo que el mejor y más enfermo goth rock siempre debería haber sido: una experiencia tensa, profundamente tenebrosa e irracional, tanto en sus ataques más salvajes como en la creación de atmósferas siniestras. Se viene una nueva Edad Oscura.



 

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